La bebida de melón y sandía, ¿qué hay realmente en ella?
Comenzando con nuestra búsqueda de la autenticidad de los productos, nos topamos con un interesante preparado lácteo con zumo que se promociona bajo el apetitoso sabor de «melón-sandía». No obstante, una revisión detallada de sus ingredientes nos hace cuestionar la precisión de su etiquetado.
Los verdaderos protagonistas: manzana y uva
Aunque el marketing de productos nos puede llevar a pensar en un rico sabor predominante de melón y sandía, una mirada detallada a la lista de ingredientes nos muestra otra historia. Las normas requieren que los ingredientes se enumeren de mayor a menor cantidad en el producto. Sorprendentemente, en este caso, el agua encabeza la lista, seguida de cerca por el zumo de frutas en proporción variable (13%): manzana, uva, melón y sandía. Esto significa que el sabor que realmente domina esta bebida proviene principalmente de manzana y uva. Por lo tanto, sería más apropiado etiquetar el preparado como «manzana-uva» en lugar de «melón-sandía».
La polémica con la sucralosa
Más allá de los ingredientes principales, es crucial también prestar atención a los aditivos. En particular, la sucralosa, un edulcorante comúnmente utilizado, ha sido objeto de debate reciente. Si bien todavía no se ha demostrado una conexión directa con el cáncer, se ha evidenciado que puede tener efectos negativos en nuestra microbiota intestinal. Un estudio de 2022 titulado «Ten-Week Sucralose Consumption Induces Gut Dysbiosis and Altered Glucose and Insulin Levels in Healthy Young Adults» encontró que el consumo diario de 48mg de sucralosa durante 10 días alteraba la microbiota, aumentando la presencia de Blautia coccoides y reduciendo la de Lactobacillus acidophilus.
La importancia de leer las etiquetas
Es fundamental que, como consumidores, aprendamos a leer y entender las etiquetas de los productos que compramos. Esto nos permite no solo conocer el contenido de azúcares, conservantes y sal añadida, sino también discernir si el producto que estamos adquiriendo es realmente lo que su embalaje más llamativo promete. Un caso similar es el de la bebida de piña-coco-soja del mismo fabricante: aunque uno esperaría un sabor predominante de piña y coco, la realidad es que el primer zumo que aparece en sus ingredientes es el de manzana, seguido por el de piña (15%) y naranja (10%), y solo un 0,5% corresponde a la leche de coco.
Al final del día, la clave está en ser un consumidor informado. Conocer lo que realmente estamos ingiriendo puede ayudarnos a tomar decisiones más saludables.
