La fibra de los alimentos consiste en ciertos polisacáridos y lignina que son resistentes a las enzimas digestivas de nuestro organismo. Se puede dividir en dos tipos, la insoluble, sobre todo de la pared de los vegetales, y la fibra dietética soluble que son componentes no estructurales como las gomas y los mucílagos. También se incluye en la fibra el almidón resistente, que se consigue, por ejemplo, dejando 24 horas patatas o arroz hervidos en el frigorífico.
Ambas fibras dietéticas deben aportarse en la alimentación, como norma genera:, dos partes de insoluble por una de soluble; la fibra insoluble, además, ayuda a disminuir el colesterol y controlar la diabetes.
Ventajas de la fibra dietética
¿Qué permite la fibra? Aumentar el volumen fecal y del tránsito intestinal, gracias a la absorción de agua. Disminuyen la absorción de grasa ya que se arrastra con las heces. Permite controlar la diabetes al retrasar la absorción de la glucosa. Disminuye además las bacterias patógenas del intestino.
Contraindicaciones
¿Tiene contraindicaciones? Se recomienda un consumo de entre 20 y 30 gramos de fruta al día. Un exceso de fibra dietética, más de 70 gramos al día, podría producir una disminución en la absorción de minerales, como el Calcio, y del nitrógeno de las proteínas.
¿A todo el mundo le viene bien la fibra insoluble? Hay casos que se deben consultar con el médico, sobre todo en casos de diverticulitis, gastritis o de digestiones pesadas, puede ser mejor retirar la fibra insoluble de la dieta o reducirla, al menos temporalmente. En general es mejor el pan integral que el blanco o el arroz integral que el blanco, pero hay ocasiones en los que esta recomendación puede ser al revés, sobre todo con problemas digestivos o intestinales. Un exceso de fibra puede causar también problemas en el colon.
La fibra suele mejorar el estreñimiento, prevenir la diabetes y el cáncer, producir más saciedad en dietas adelgazantes, y disminuir los niveles de colesterol en sangre debido a una mayor excreción biliar. Además de la fibra, el ejercicio físico es muy importante para controlar el estreñimiento, así como el colesterol, prevenir la diabetes y mejorar el sistema inmunitario.